Elvis y la Navidad.
La Navidad fue siempre una época muy especial para Elvis. Graceland, su hogar, se convertía en un lugar de disfrute y felicidad para todos. Adoraba estas fiestas, estar con su familia y todas las cosas divertidas que la Navidad traía: la decoración, el abrir los regalos, la celebración de la Nochevieja, su cumpleaños, los paseos en trineo, el hacer muñecos de nieve…
Aunque a Elvis le encantaba recibir regalos, su actividad navideña favorita era hacer regalos a todo el mundo .
Sus amigos recibían bonificaciones en efectivo. Los regalos para los miembros de la familia iban desde joyas hasta coches nuevos. Elvis adoraba sus caras de felicidad cuando abrían los regalos. Las primeras horas de la mañana del día de Navidad eran, a menudo, los mejores momentos en Graceland. Después de que todos se iban a la cama, Elvis y los chicos sacaban los regalos y los colocaban debajo del árbol.
Siempre se preguntaba qué estarían haciendo esa noche, todas las personas que no tenían recursos económicos. “Ojalá pudiera alimentar a todos los niños pobres y darles regalos ” reflexionaba con pesar.
Cuando se trataba de la Navidad, Elvis nunca creció, siempre fue un niño.
En 1957, cuando Elvis compró Graceland, comenzaron todas las tradiciones en su nuevo hogar. La compra de Graceland le dió la oportunidad de celebrar la festividad como le gustaba, y llenarlo todo de luces y adornos navideños. Los caminos de entrada y la casa principal estaban alineados con luces azules, y en el frente había árboles de Navidad, decorados con luces de colores, un trineo de Papá Noel y un tren de ocho renos. En el interior, su mansión estaba completamente decorada, con el foco en el enorme árbol de Navidad blanco de nylon giratorio. Después de la cena del día de Navidad, todos se reunían alrededor del piano para cantar villancicos.
El canto de Elvis a la Navidad fue muy significativo en su carrera musical. Sus canciones y su espíritu navideño, al igual que la música gospel, remitían profundamente a sus raíces y a sus orígenes, y quedaron reflejadas para siempre en sus álbumes de Navidad.
A día de hoy, la decoración navideña de Graceland sigue siendo una tradición, y se sigue manteniendo intacta, para que siga siendo el lugar mágico e icónico, que mantiene viva la memoria de Elvis y su amor por estas fiestas.
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