LA DESPEDIDA. 45 años de su último show.
El 26 de junio de 1977 en el Market Square Arena de Indianápolis, alrededor de las 20:30 horas, Elvis arrancaba su último concierto con la canción See See Rider. El público, como siempre enloqueció, brindándole una enorme ovación.
18.000 personas serían testigos de la que sería su última actuación.
El show fue el último de la gira que había comenzado el 17 de junio.
Elvis subió al escenario y dió un buen show, dándolo todo, o incluso más de lo que podía, como siempre, frente a sus fans. Incluso cantó canciones que hacía tiempo que estaban ya fuera de su repertorio como “Release Me”, “I Cant Stop Lovin’ You” o su querida “Bridge Over Troubled Water. Estaba muy animado con su espectáculo.
La ovación se hace enorme nuevamente, cuando presentó a su padre, que estaba muy contento de poder estar de gira con su hijo, después de haber estado enfermo.
Da su agradecimiento también a parte del equipo técnico, a su novia Ginger Alden, y a algunos familiares, antes de agradecer a los presentes por haber sido tan buena audiencia. “Si nos quieres de vuelta, volveremos… los sabios dicen, solo los tontos… solo los tontos se precipitan, pero yo, yo… no puedo evitar… enamorarme de ti”… ” Todo el equipo del escenario se une en la última línea de un emotivo “Can’t Help Falling In Love”: “Toma mi mano, toma mi vida entera también, porque no puedo evitar enamorarme de ti, porque no puedo evitar enamorarme.. de… ti… sí… de ti…”
Larry Londin abre el Vamp de cierre, la orquesta de Joe Guercio le sigue. Elvis después de dejar el micrófono en el suelo, camina saludando a la audiencia, le da la mano a su público , regala el pañuelo blanco que tiene alrededor del cuello. Parecía que no quisiera salir del escenario, quizás su cuerpo cansado y sus fuerzas le pedían que se quedara allí un poco más… Después toma el camino que se dirige hacia las escaleras que bajaban del escenario. Un guardaespaldas se acerca por su lado izquierdo y lo rodea con el brazo. Ed Parker se acerca por el lado derecho. Elvis baja rápidamente las escaleras y se encuentra con Dick Grob, juntos corren hacia la limusina que los espera.
Lo que quizás nadie sabía es que su último aliento sobre un escenario se quedaría allí para la eternidad… “Señoras y señores, Elvis ha abandonado el edificio”… para siempre. Pero permanecerá siempre vivo dentro de todos y cada uno de nuestros corazones.
Artículo cedido por Rosa García Mora de “Una cita con Elvis”
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