Las fotografías del alma.
Porque nuestra visión de Elvis – de la leyenda, del mito, del muchacho que tenía miedo a despertar del sueño que estaba viviendo – nunca hubiera sido igual, sin lo que tú nos mostraste de él a través de tu objetivo: su alma. Gracias Alfred Wertheimer y nunca me cansaré de darte la gracias.
Bendigo el día que Ann Fuclhino, la publicista de la RCA, realizó la llamada telefónica que cambiaría la Historia de Elvis y que nos permitiría ver y sentir sus vivencias más íntimas y la desnudez, pureza e ingenuidad de su alma…
Esa llamada que Ann realizó a “un joven fotógrafo, del cual había visto algunos trabajos que le gustaron lo suficiente como para asignarle de vez en cuando un trabajo independiente”.
Su nombre… Alfred Wertheimer, un joven emigrante alemán.
El 10 de marzo de 1956 Wertheimer recibió esa llamada: “¿Estás disponible la semana que viene?”. “Me gustaría que fotografiaras a Elvis Presley. Lo inscribimos en noviembre pasado y no tengo ninguna foto de él”.
La respuesta de Wertheimer de todos es conocida…”Elvis qué?”… Ni siquiera sabía quién era Elvis! y, sin embargo, desde el primer momento en que le conoció una semana después, se convertiría en su sombra y en el fotógrafo invisible de su alma.
Las fotografías que Wertheimer tomó, fueron y siguen siendo las más notables e íntimas jamás hechas a una celebridad y son casi tan legendarias como el propio Elvis. Las imágenes captan el encanto juvenil de Elvis mientras la fama le aguardaba: en el escenario, entre bastidores, en sus viajes, en su casa…
Ah! Su apellido era Presley… Ya lo he contado otras veces, pero hoy me asaltó de nuevo la melancolía hacia ti. Tuviste el privilegio de asistir al nacimiento de la leyenda, y regalarnos ese privilegio a través de tus fotografías.
Después de este trabajo jamás volvisteis a coincidir. Qué injusta es la vida… alguien marca tu vida para siempre y el destino o las circunstancias hacen que todo acabe ahí.
La vida de Wertheimer siguió con importantes trabajos independientes, fotografió a Eleanor Roosevelt, Nina Simone… también colaboró con el film Woodstock de Mike Wadleigh.
Falleció en Nueva York con 84 años, pero sus fotografías permanecen y permanecerán para la eternidad.
Artículo cedido por Rosa García Mora de “Una cita con Elvis”
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